Disney y la agencia de talentos CAA refutaron las acusaciones de la actriz Julia Ormond, quien inculpó a ambas compañías de negligencia ante las supuestas agresiones sexuales que sufrió en 1995 de parte del ex productor de Hollywood Harvey Weinstein.
Tanto Disney como CAA aseguran en dos documentos legales independientes presentados ayer, miércoles, que desconocían los comportamientos de Weinstein, por lo que piden a la Suprema Corte de Nueva York que desestime la demanda que Ormond introdujo el 4 de octubre.
La intérprete, que también demandó a la productora Miramax, de la que The Walt Disney Company (TWDC) es dueña, y al propio productor, afirma que ni CAA ni Disney le advirtieron sobre la manera de actuar de Weinstein a causa de su poder en la industria.
“Aceptando como ciertas las alegaciones de la demanda, la supuesta mala conducta de Harvey Weinstein es perturbadora y deplorable”, dijeron en su moción los abogados de Disney.
La empresa de entretenimiento asegura en el memorándum que el reclamo de Ormond hacia la compañía “fracasa” al no reconocer a Miramax como una entidad distinta a TWDC y ante el hecho de que Weinstein no era un empleado directo de Disney, por lo que solicitaban desestimar la única acusación a la compañía.
Por su parte, en el documento legal de CAA se expresa una “profunda simpatía” hacia la actriz británica, pero resalta que al demandar a la empresa de talentos estaban “culpando al demandado equivocado”.
“Ahora es ampliamente conocido que Harvey Weinstein cometió múltiples agresiones sexuales (…) Pero antes de la supuesta agresión a la demandante por Weinstein en diciembre de 1995, CAA no tenía ese conocimiento”, señala.
En la demanda presentada por Ormond el pasado 4 de octubre, la intérprete de ‘Legends of the Fall’ describe que el productor de ‘Pulp Fiction’ la sedujo para que le diera un masaje, se subió encima de ella, la masturbó y le obligó a practicarle sexo oral.
Según su relato, Ormond informó sobre lo sucedido con el productor a sus entonces agentes Bryan Lourd y Kevin Huvane -hoy copresidentes de CAA- de lo que había sucedido pero que estos le advirtieron que no hablara y lo protegieron.
La intérprete demandó a CAA, una de las agencias más importantes de talentos de Hollywood, por negligencia y violación del deber fiduciario, y acusó a Miramax, empresa fundada por Weinstein que adquirió Disney en la década de los noventa, de supervisión y retención negligentes.
Actualmente Weinstein, de 71 años, cumple una condena de 23 años de prisión por agresión sexual en Nueva York, y en febrero fue sentenciado a 16 años más en Los Ángeles.